Triameses
Hoy estábamos todos aburridos y acalorados tomando el helado que nos tocó de postre, sentados a la orilla de la piscina divagando sobre el negocio del siglo que tenemos que inventar para salir de nuestros respectivos círculos de nunca-riqueza nunca-pobreza y jefes molestones. Entonces, aprovechando el agradable clima amistoso que se depositaba sobre nosotros, conté MI negocio del siglo que tengo planeado y que tiene como gran problema que la inversión inicial es mucho más grande que lo que se necesita para ir a matutear a la Ligua (Ligua siempre se me ha ocurrido Liguria y viceversa, entonces cuando pienso en la Ligua generalmente termino con muchas ganas de estar en el Liguria, lo que no me pasa cuando estoy en el Liguria y pienso en la Ligua porque no me dan ganas de ir, ya que tengo trauma-Ligua de chica, porque todos los veranos partíamos a comprar los malditos chalecos azules del colegio. También tengo trauma con los jardines y viveros de Buin).
Me explayé sobre mi notable negocio y, todavía no terminaba de enumerar las virtudes de implementar algo de esa categoría, cuando tooodo el grupo del postre decía que "a nadie" mi negocio y que no me resultaría nunca. Menos la Mona. Ella dijo "yo creo que te iría súper bien". Me gusta la Mona por eso, porque pasamos todo el tiempo riéndonos e inventando cosas para destruir al mundo y quedarnos con la plata de todos los gobiernos. La Mona y yo decidimos hace un tiempo que queríamos más a uno de nuestros amigos, Serge, y que siempre nos íbamos a proteger los tres de la maldad y la envidia humana. Y eso pasa porque de verdad que nos queremos tanto que parecemos triameses, pero es porque andamos los tres pegados mentalmente todo el tiempo y podríamos cometer el crimen perfecto de lo puro inteligentes que nos ponemos cuando estamos juntos.
El helado era de lima - limón.
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